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Mientras hacía el Camino de Baztán y cruzaba el puerto de Belate, me encontré con este bosque cubierto de niebla. Los árboles altos y delgados, con sus ramas casi desnudas, creaban un ambiente tranquilo y algo misterioso. El suelo estaba cubierto de hojas caídas y musgo, mostrando la humedad típica de la zona. Me detuve un momento para descansar y disfrutar del paisaje, sorprendido por la belleza natural y la sensación de calma que transmitía. Aunque el camino era exigente, este tramo ofrecía una pausa perfecta para respirar y apreciar la naturaleza antes de seguir hacia el siguiente destino.
La fotografía muestra la espectacular entrada de la cueva de **Aitzulo**, situada en Oñati, un rincón mágico del País Vasco. Desde su gran abertura en forma de ojo, se di...
estiramiento de barra en la forja
alargamiento de una barra por medio de martillo pilon(forja)
barra de hierro calentada a 1200 grados ,lista para el alargamiento en el martillo pilon
El pavo real en Cristina Enea extiende su plumaje en todo su esplendor, una danza de colores vibrantes y simetría perfecta que deslumbra y fascina.
Aldea histórica de Shirakawago en la zona de los Alpes japoneses.
Calles iluminadas de Tokyo con el Skytree de fondo
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